martes, 3 de enero de 2012

Blade Runner. Una película de culto


Anteayer pude ver por quincuagésima vez Blade Runner, que, desde mi punto de vista es un auténtico peliculón, aunque entiendo que haya gente a la que no le guste.

Blade Runner es una película de ciencia ficción del año 1982 que con el paso del tiempo se ha convertido en una película de culto, ya que inicialmente no gozó de gran éxito. Es una película lenta, pero con un extraordinario guión, excepcional música de Vangelis y dirigida con gran maestría por Ridley Scott, que en todo momento logra transmitir desasosiego ayudado por la sombría y deprimente ambientación y por la música.

Ridley Scott, más allá de la historia en sí, nos quiere hacer reflexionar sobre la condición humana, sobre la moral y la ética de los hombres. Los replicantes, inventados como máquinas de trabajo con fecha de caducidad, logran desarrollar sentimientos y como cualquier ser vivo, luchan por la supervivencia y por vivir unas vidas únicas, diferentes. Su búsqueda les lleva a revelarse contra sus creadores y finalmente consiguen su propósito: sus vidas son distintas, única y eternas:




“Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Naves de ataque en llamas más allá de Orión. He visto rayos ‘C’ brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhauser. Todos estos momentos se perderán como lágrimas en la lluvia… Es hora de morir...”

Después de morir, la paloma que vuela hacia el cielo representa el alma del replicante Roy Batty y por tanto la eternidad de su vida.

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